Por Mª Ángeles Sierra.
Hoy para mi es uno de esos días en que me duele la humanidad y me duelen sus barbaries. Me duele el egoísmo humano y me duele el cretinismo social que padecemos. Me duele la hipócrita venda que se ponen quienes hieren.
Se que nunca se escribe a gusto de todos y aunque cada vez me duelen más las críticas y las ofensas a las que me enfrento en aras a una defensa incomprendida de lo humano, de lo solidario, de lo justo, de lo libre y de lo independiente, tengo que hacerlo, por mucho que sepa que mi estado emocional como el del caso que hoy traigo, cada vez más se resiente.
Hay un padre en Extremadura, Manuel Rodriguez, vecino de Villafranca de los Barros, que lleva más de cinco años denunciando el bullyng que su hija ha sufrido en el colegio, razón por la que se ha visto obligado a desescolarizarla, llevando así 16 meses. Sin respuesta administrativa, sin depuración de responsabilidades, sin apoyo jurídico porque hasta la fiscalía de menores le han dado la espalda, no queriendo saber en profundidad de su caso.
Se rompe la cabeza contra todo y cuanto más intenta hacer valer los derechos de su hija y evitar con ello que mañana sean los hijos de otros y las familias de otros quienes tengan que soportar el mismo problema, la misma tortura emocional, más en el fango le van metiendo.
Es como una especie de conjuro social contra él, que lejos de allanarle el camino, cada vez se le hace más tortuoso y complicado. Su sinceridad, su honestidad y su franqueza con las que ha intentado ir abriendo por su hija y por la humanidad muchas puertas, hasta el momento solo han servido para ganarse las antipatías de esta sociedad de la docilidad y la mansedumbre, de esta sociedad del pesebrismo donde algunos juegan a defenderlo todo y una vez desvestidos descubres que no son más que unos pobres timoratos.
¡Que dios nos libre del monstruo y de la monstruosa sociedad que estamos creando!
Hace una semana escribí al máximo responsable de la Junta de Extremadura el Presidente y sus dos consejeras implicadas en el atropello - la de igualdad y la de educación- denunciando la atrocidad que esta familia está viviendo. No ha habido respuesta ni la habrá seguramente. Tampoco movimiento alguno y mucho menos soluciones
Pensé que con esa iniciativa contribuía al menos a ejercer la millonésima parte de la presión que estos despiadados e irresponsables representantes administrativos merecen para ponerse las pilas y tal vez no lo haya conseguido. Quiero vivir sino con la certeza con el consuelo un día de haberlo conseguido con mi minúscula aportación , por inservible que sea esa millonésima parte y aun partiendo de la base de que pueda ser engañoso, porque necesito poder mirarme al espejo mañana y cada mañana con la certeza de haberlo intentado.
Pero además pretendía que mi arranque significara apoyo colectivo y hete aquí que no calibré tal vez los odios, las rivalidades, las recincillas, la ignorancia, los miedos, los intereses y las iras de un colectivo aun no concienciado, silenciado, minusválido, minusvalorado, domesticado y atemorizado que acabaría aun echando más mierda sobre la injusticia que vive este padre y su estado emocional y sobre esa millonésima parte que pretendió apoyarlo.
Aun sabiéndome víctima de dolientes antipatías y causa a su vez de las que en este apaleado padre accidental y anecdóticamente he provocado, a su lado, por su hija y desde la fuerza de mi palabra, esa que a tantos molesta, lo seguiré intentando, seguiré luchando.
Sr Fernández Vara, cáigasele la cara de vergüenza , no se aproveche de la debilidad de los más débiles para hacer más debilidad todavía y haga inmediatamente algo. Aun somos muchos, quienes no queremos presidentes que medran construyendo y avanzando sobre el miedo y el silencio de grupos o pueblos timoratos.
¡Pásalo! ¡No le des tu también la espalda como otros ya se la han dado!
¡Mañana puedes ser tu quien se revuelva en el fango! ¡No vayas de timorato!
Accede a este video si quieres saber de que hablo.
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,
guardé silencio, porque
yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé
silencio, porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los
sindicalistas,
no protesté, porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron
a buscar a los judíos,
no protesté, porque yo no era judío,
Cuando
vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar
guardé silencio, porque
yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé
silencio, porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los
sindicalistas,
no protesté, porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron
a buscar a los judíos,
no protesté, porque yo no era judío,
Cuando
vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar
Martín Niemöller 1946 ...
y parece que fue ayer (Manuel Rodriguez)
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