Vagabundo
Estimada afectada:
Ante todo, desearte una pronta recuperación en tu dura enfermedad, de la que espero y creo saldrás fortalecida, puesto que como la inmensa mayoría de afectadas te considero una persona fuerte y capaz de vencerla.
Confío y espero que salgas victoriosa de esa cruel prueba que la vida te ha deparado y a la que nunca se está preparada. Estoy seguro que a día de hoy, y dadas las circunstancias, estás tomando buena nota de esa exigente prueba y estás concentrando buena parte de tu día a día en discriminar lo que realmente vale la pena de lo que cotidiana y erróneamente sobrevaloramos tan superficialmente. Y es que, en realidad (al menos así lo percibo yo), salud, familia y emociones relacionadas son los verdaderos motores motivacionales y que nos ayudan a saborear y valorar eficazmente lo bueno que tiene esta vida. Lo demás, creo, son argumentos secundarios y superfluos que a menudo disfrazan y obstruyen la esencia del individuo.
Sé que esa resilencia que estás construyendo saldrá fortalecida tras tu enfermedad y sabrá generar todo lo que te digo y mucho más; tanto que tras ganar la batalla a esa cruda enfermedad estarás en disposición de afrontar el presente futuro con mucho más ánimo y repleta de valores e ilusiones quizás hasta hace poco algo aletargados. Y es que merece muy mucho la pena luchar por lo que queremos, a pesar de la inmensa dureza de pruebas como la que la vida te ha impuesto.
Desde aquí y aunque soy consciente de mis muchas limitaciones decirte que si hay algo que pueda hacer (como diría el gran Benedetti) cuentes conmigo. En cualquier caso, mucho ánimo y aprovecha y exprime esos momentos dulces, aunque contados que nos ofrece la vida, nuestra vida y con ella la de los nuestros, la de los tuyos...
Un abrazo, mujer
¡Saldrás victoriosa, no lo dudes!
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