Réplica a “Cuando se me arruga el alma”

Me temo que el desencuentro con ciertas amarguras terrenales, en forma de aprendizaje zafio, ruín y mísero, comentado en el artículo publicado hace un rato, me ha despejado el sueño, que no el cansancio. Mientras tomo una infusión para relajar a mis excitadas y sufridas neuronas, aprovecho para replicar las excelencias de una gran persona en esa pena lastimera y vergonzosa ajena en que ambos, creo coincidimos. Me refiero, cómo no, al poema de Mª Ángeles (María para los amigos) que podéis paladear en el siguiente link

Diversidad funcional: Cuando se me arruga el alma.


Libertad. Réplica a “Cuando se me arruga el alma”

Te noto cansada, agotada y a veces perdida en ese laberinto de estupideces humanas;

en esa jungla de contradicciones lastimosas, perversas y típicas desgraciadamente de tanta fauna humana;

de gente que llora, desespera, erra, tropieza, sucumbe y finalmente decepciona

y cual Judas vende con sus pretensiones vanas lo que ayer tan cercana y celosamente defendía.

Gente aglomerada, asociada y finalmente anónima y lejana

que insípida no reconoce sus miedos y temores y se defiende de ellos atacando al compañero;

ese que nos defendió sin pedirnos nada a cambio, pero al que se le pagó con monedas falsas

de amnesia selectiva cínica y podrida,lejos de un fin consecuente;

distancia extrema entre lo que se añoraba y lo que al día de hoy se admite

y es que perdidos los valores sucumbió el olvido de lo ético y lo divino

y el lastimoso dolor de lo impresentable, del paralelismo inexistente entre el deber y el poder nos otorga

cual callado maldito silencio; cobarde, mísero y perverso.

Sentimos en ese preciso momento un dolor infranqueable;

ese que nos hurga y nos contamina la soledad impuesta de hechos acaecidos, de pura realidad sin sentido;

amorfa, agria pero real y consentida por los unos y los otros.

Desesperados a veces nos hiela el alma y parece contaminarnos tanta esencia amarga de retorcidas guerras

entre lo lógico y lo pragmático; entre lo consecuente y lo interesado;

entre lo mundano y lo filosófico; entre lo corporal y lo espiritual, entre lo humano y lo divino

y surge un estremecimiento sin igual, helado y oscuro,

porque como bien dices se nos arruga el alma y parece un simple papel sin valor alguno,

pero siempre surge una pequeña esencia en la que se cree;

una semilla sin complejos aunque atormentada que nos dispone para el regreso,

nos despierta, nos aviva, nos endereza los sentidos, nos apaisa ese alma agarrotada y entristecida

para con su luz conducirnos y mostrarnos que esa semilla jamás sucumbirá

y que por nuestra fe y nuestra convicción dará paso a un alma extendida y viva, lejos de cadenas e indecencias consentidas.

Esa semilla crecerá y con ella nuestras motivaciones y creencias

permanecerán vivas y plenas como el primer día.

Libertad, una semilla en la que confiar. Cuidémosla bien pues hay mucho camino por recorrer.





Fuente: YouTube - Luis Eduardo Aute - Libertad

Y van pasando los años
Y al fin la vida no puede ser
sólo un tiempo que hay que recorrer
a través del dolor y el placer;
quién nos compuso el engaño
de que existir es apostar a no perder.
Vivir es más que un derecho,
es el deber de no claudicar
el mandato de reflexionar
qué es nacer, qué es morir, qué es amar.
el hombre, por qué está hecho
y qué eres tú, libertad,
libertad, libertad, libertad.
La idea no es razonable,
tampoco el verbo fundamental;
¿es el alma principio o final,
o armonía del bien frente al mal?
qué es el amor insondable
que empuja al cuerpo a ser incógnita
inmortal.
El siglo está agonizando
y el testamento que va a dejar
es un orden que quiere ocultar
el preciso compás del azar;
a qué seguir respirando
si no estás tú, libertad,
Libertad, libertad, libertad.

Dedicado a María y a un ser muy especial para mí: Vicen.

Un beso para ambas