LA PROPAGANDA GOEBBELIANA DE LA JUNTA DE EXTREMADURA (INTRODUCCIÓN)

El 14 de marzo de 2008 hice un escrito a la Consejera de IGUALDAD y Empleo de la Junta de Extremadura, Pilar Lucio, en contestación a una apertura de expediente por falsa denuncia, en forma de VENDETTA, procedente de agentes relacionados con el Sistema Educativo extremeño en connivencia con los Servicios Sociales de mi ayuntamiento (Villafranca de los Barros).

Léase

Politicos Pinocho (V)


En ese escrito (no contestado como viene siendo habitual) de más de veinte páginas, más otras tantas de referencias varias, expongo y detallo mi planteamiento sobre lo que yo entiendo desprotección; en este caso, desprotección institucional consentida y escondida desde hace demasiado tiempo por muchos actores, donde no pocos altos cargos locales y autonómicos entran en juego.


Como expreso en ese escrito, dirigido a la titular de esa Consejería, sra. Lucio, “Hay mucho alumno de aquel famoso Ministro de Propaganda hitleriano del III Reich, Goebbels, que venía a decir que una mentira repetida mil veces se convierte finalmente en una verdad incuestionable. Mucho alumno y demasiado cómplice que, como en otros escritos argumento, son responsables en distinto grado de esta desidia, negación y oscurantismo hacia los problemas reales de mi hija y, por ende familiares.”


Ser partícipe, conocedor, parte activa o pasiva de una injusticia es ser cómplice. Cuando la ausencia de ayuda y apoyo hacia personas con serios problemas se esconde en unos casos, en otros se ningunea o se mira hacia otro lado; en otros casos incluso disfrazando ese consentimiento vil y zafio, intentándolos manipular y trasladar a un problema básicamente del entorno familiar, esa complicidad se convierte en COBARDÍA. Si la víctima además es una menor con serios problemas de integración y de marginación, incluso de malos tratos, a todos esos cobardes que sustentan esa situación activa o pasivamente se les puede y debe calificar, entre otros adjetivos, de miserables cobardes, zafios mentirosos y cínicos y deplorables sinvergüenzas. Lo degenerativo, aún más, es que esa cobardía está sustentada y nutrida en muchas ocasiones por las campañas publicitarias engañosas y de pseudoimagen inmaculadas de nuestras instituciones regionales; otras por el cínico y revanchista espíritu del 36; donde muchos autodenominados “progresistas de izquierda” hoy por hoy usan las armas de fascistas y son alumnos aventajados de Goebbel, cargando, con envenenadas balas de embustes, rumorologías y bulos, el arma para disfrazar sus miserias humanas y éticas y sus viles ambiciones de trepas sin escrúpulos.



Entre estas campañas publicitarias engañosas institucionalizadas están servicios como:


La Atención a la Diversidad hacia el alumnado desfavorecido del Sistema Educativo Extremeño.


Campañas de supuesta concienciación y ayuda sobre el temido acoso escolar o bullying, como el servicio caduco de la Consejería de Educación “Si te molestan no calles”.


Asociaciones supuestamente en pro de la defensa de los derechos de la población juvenil para la mejora en la calidad de vida de este colectivo, como “Alternativa Joven de Extremadura”, que teóricamente colabora y defiende campañas como la anteriormente citada.


El Teléfono del Menor e incluso la Asociación Anar, con la que hay un acuerdo de cooperación y apoyo, a través de la Consejería de Igualdad y Empleo.


El Centro Extremeño de Desarrollo infantil, órgano supuestamente mediador de la Junta de Extremadura, para garantizar, entre otras cuestiones, la salud, la protección social y la educación de los niños con necesidades especiales de atención.


La Carta de los Derechos del Ciudadano, así como la Carta de Servicios de la Junta de Extremadura.


Los Servicios Sociales de distintos estamentos, entre los que he de mencionar los relativos al ayuntamiento y al ambulatorio de mi localidad; Servicios que parecen estar monopolizados en pro de aquellas personas cercanas, afiliadas o simpatizantes del partido en el poder y que bien podrían denominarse “Servicios Social-istas”.


…….


En lo que a mí respecta, estos supuestos servicios de ayuda, protección y colaboración ante situaciones que requerirían un soporte real y urgente, en muchos casos, han sido vanos, violándose derechos y normas tales como:


La propia Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y el Procedimiento Administrativo Común.


La Ley Orgánica de Protección de datos.


La Conciliación de la vida familiar y laboral.


La protección hacia los Menores.


El derecho a la información del Administrado.


El allanamiento de morada o, al menos, la entrada en mi domicilio por terceros, intentando falsear el motivo de esa entrada mediante EMBUSTES.


El derecho al respeto a la imagen, al honor, a la dignidad personal …


La Ley 51/2003, de 2 de diciembre, de igualdad de oportunidades, no discriminación negativa y marginación hacia personas en situación de desventaja.


El artículo 390 del Código Penal, referente al falseamiento en la narración de hechos, manipulación de documentos oficiales y mala fe voluntarias.


La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de educación (L.O.E.) en diversos articulados:


- El derecho a la promoción en los niveles educativos.


- Las ayudas y subvenciones para alumnos con necesidades educativas específicas del Sistema Educativo.


- La equidad efectiva, en cuanto garantice la igualdad de oportunidades, la inclusión, normalización y la no discriminación, compensando desigualdades personales.


- Etc., etc ………..



Seguiremos denunciando y publicando (si no nos censuran y/o fagocitan)



Manuel Rodríguez G.



PD. :


Desconozco el sentido común de muchas instituciones; más aún, no puedo asumir la falta de sensibilidad y obligaciones de muchos administradores hacia los ciudadanos, a los que nos someten con una absurda y caciquil respuesta represiva.


Al hilo de todo este lamentable y absurdo esperpento, casi cotidiano, recuerdo un relato que, a grosso modo, decía así:


Un monje benedictino, que cuidaba unas cabras y, no se sabe si aburrido por la tarea o por su afán de investigador “en pro de la verdad”, experimentó con unas pulgas que encontró en los herbívoros.


Comenzó a quitar a cada pulga una pata. Cada vez que este “investigador” daba una voz y un golpe seco en el cubo de madera, donde tenía las pulgas, éstas saltaban. Así que, mientras aún podían saltar, seguía suprimiéndoles una pata más. Llegó el momento en que las desdichadas saltarinas dejaron de hacerlo.


Conclusión de este “sabio”:


“Cuando a las pulgas se le quitan las patas, Dios les anula el sentido del oído”.


Tomemos pues nota de la “sabiduría y justicia” de este Sistema institucional, que sigue los pasos de este “estudioso” monje para llegar a tan “profundas conclusiones”.