LA “SEÑO” NO ME QUIERE

 

LA “SEÑO” NO ME QUIERE: ALGUNAS INDICACIONES A PROFESORES DE INFANTIL Y PRIMARIA PARA MEJORAR LA AUTOESTIMA DEL ALUMNO

Joaquín Díaz Atienza

• Se nos ha repetido hasta la saciedad lo importante que es el colegio para el desarrollo emocional de nuestros hijos. Lo que ya no tengo tan claro, ni creo que resulte tan evidente, es la enorme responsabilidad que los maestros tienen en en este sentido.

• Esta semana ha caído en mis manos la revista franciscana “Iglesia Hoy” en donde el franciscano José Luís Parada, nos plantea de forma sucinta la relación entre el desarrollo de la autoestima y las vivencias que el alumno tiene con su maestro. El artículo expone magistralmente algunos conceptos sobre el desarrollo de la autoestima en el niño, aunque yo quisiera ampliarlo introduciendo algunos conceptos referidos a la conducta de apego infantil.

Nociones sobre el apego

• Se entiende por apego a un tipo particular de relación o lazo duradero que establece el niño con la “figura de apego”, normalmente la madre. El apego es fundamental para el desarrollo emocional y social del niño. Se han descrito cuatro clases de apego: Apego Seguro (niños que resuelven bastante bien las ausencias de la figura de apego, aunque la necesitan, desplegando conductas exploratorias en el entorno social con un buen nivel de seguridad); Apego Ansioso-Evitante (dan la impresión de que no necesitan la figura materna como soporte de seguridad, establecen buena relación con los extraños. Parecen ser niños muy independientes y autosuficientes; Apego Ambivalente (niños que protestan exageradamente cuando se distancian de la figura de apego, aunque se niegan activamente a ser consolados en su presencia);Apego Desorganizado (presentan conductas desorganizadas y ambivalentes respecto a la figura de apego. Carecen de habilidades para enfrentarse a cualquier situación que les produzca estrés).

Apego y escuela

• Realizo esta brevísima exposición para entender los comportamientos de determinados niños respecto a su profesores. Cuando el alumno llega al aula ya ha establecido con la figura materna uno de los apegos que hemos descrito. Los niños con un apego seguro sabrán gestionar positivamente la ausencia de la madre, en tanto que los demás niños necesitan más tiempo para superar la separación. Todos ellos tienden a establecer con el profesor el mismo apego que previamente habían establecido con la figura primaria (la madre). Es aquí en donde la figura del profesor adquiere una importancia especial para niño. Excepto los alumnos que pertenecen a la primera categoría de apego, los demás van a manifestar una inseguridad, más o menos grave, en su relación con los compañeros y con los profesores. Aún más, desde la perspectiva de los apegos múltiples, el profesor es una figura clave en el establecimiento del apego secundario pudiendo minimizar los efectos negativos sobre apegos primarios inseguros.

• También sabemos que las experiencias cognitivas y emocionales que van interactuando entre el niño, con sus características de relación, y su entorno van generando un estilo cognitivo que enraiza en los engranajes (network) cerebrales. La dificultad para modificar estos estilos dependerán del tiempo y del tipo de experiencia que el niño va experimentando con sus iguales y los adultos significativos, no solo con sus padres.

• El maestro es una de esas figuras significativas. El niño establece con él un vínculo secundario tan operante como el que previamente se ha establecido con su madre. Hasta tal punto es determinante este apego secundario que puede minimizar los efectos negativos que se hayan desarrollado con el vínculo primario; pero también podemos actuar negativamente alterando los aspectos positivos del mismo.

Autoestima, apego y escuela

• José Luís Parada recoge la siguiente anécdota: “Se encontraba en el pasillo de infantil coloreando un dibujo.. Le pregunto ¿qué haces aquí fuera de clase?. La repuesta fue rápida: “La seño no me quiere”. Pero, ¿por qué no te quiere. Mostrando la lámina indica: “Porque no he pintado esto”. La respuesta que da el niño posiblemente responda a una vivencia primaria a partir de la cual está identificando la desobediencia con la ausencia de afecto por parte de la figura secundaria de apego. En este caso la “seño”.

Esta vivencia se generalizará en el futuro a situaciones parecidas dando lugar a una baja autoestima emocional: identifica amor con obediencia por lo que su autoestima solo será estable desde un comportamiento de sumisión frente a la autoridad. El reconocimiento socio-emocional solo es viable a través de la sumisión. Una respuesta más sana hubiera sido: “La seño me ha castigado”. Hubiera traducido psicológicamente el castigo como la consecuencia lógica de una acción punible. ¿Sería exagerado que posiblemente en la casa se le haga chantaje emocional como medida educativa?.

• Por tanto, la autoestima es un concepto que podríamos subdividirlo en: autoestima emocional, social, escolar y familiar. Todas ellas se van desarrollando sobre la base del apego de la que partimos. Desde las experiencias primarias, partiremos con, más o menos, recursos para hacer frente a las situaciones de relación con los iguales (autoestima social), enfrentarnos a la experiencia emocional, sean afectos positivos o negativos (autoestima emocional), sabremos distinguir entre afecto, educación y disciplina (rearing) (autoestima familiar), y sabremos integrar nuestros éxitos o fracasos escolares en base a los mensajes del maestro y a la percepción real de nuestra propias competencias.

• Yo daría algunos consejos a los profesores:

• Los alumnos establecen un vínculo con su profesor que, inicialmente, intenta reproducir los mismos esquemas funcionales que se han establecido con el vínculo primario.

• Los profesores deberían saber como detectar, a través de la conducta de alumno, si se trata de un apego seguro o inseguro.

• Igual que entre los hermanos existe siempre rivalidad debido a que comparten la misma figura de apego, entre los alumnos y el profesor se produce el mismo fenómeno. Los profesores están obligados a ser muy prudentes a la hora de realizar comparaciones, en cuanto a rendimiento académico, entre alumnos. Esto tendrá un efecto directo sobre la autoestima escolar.

• Ser prudentes a la hora de manifestar los afectos ya que puede incidir directamente en la autoestima emocional del niño.

• Intervenir apoyando a los niños que tengan dificultades en su relación con los iguales con objeto de favorecer la autoestima social.

• Los colegios que tengan alumnos de infantil y primaria, especialmente infantil, deberían desarrollar “escuela de padres” con objeto de mejorar las relaciones parento-filiales que generen en el niño una buena autoestima familiar.

Fuente: http://paidopsiquiatria.com/?p=99