Con el fin de denunciar públicamente la situación en la que se encuentra la Educación en España, un colectivo de profesores de Primaria y Secundaria de la provincia de Almería ha puesto en marcha la asociación 'Dejadnos enseñar'. Su presidente es el docente Ángel Rodríguez.
Miriam Fortes / diarioDirecto 30/09/10
En opinión de Rodríguez, “el camino que hace unos años tomó la Educación nos ha llevado a un callejón sin salida”. Según afirma este docente, “la Educación está dirigida por expertos que no trabajan con alumnos y nuestra opinión -la de los que estamos en el aula- no se tiene en cuenta en los diseños educativos. Se ha hecho ley la utopía de los grupos de renovación pedagógica de los años setenta; que es muy bonita pero irrealizable y se ha conseguido destrozar la Educación Secundaria”.
diarioDirecto: ¿Qué es ‘Dejadnos enseñar' y por qué se constituye?
Respuesta: Es una asociación de profesores (nacida en un rincón de Andalucía, en Almería) que ante la degradación creciente del sistema de enseñanza en la región -y en España en general - se ve en la obligación de recuperar protagonismo político.
Habíamos olvidado -nos han hecho olvidarlo- que la política no es sólo cosa de unos profesionales, de unas pocas organizaciones. Si nuestra enseñanza va mal, como profesores no podemos seguir criticando impotentes y desilusionados a los “políticos” y sindicatos por los pasillos de los institutos; tenemos que participar en el debate político y social sobre la educación, mostrar a la sociedad cómo vemos la realidad educativa. Lo que muestra nuestro espejo no coincide con lo que muestra el espejo de los políticos y nuestro deber ciudadano es mostrar esta divergencia.
dD: En su decálogo afirman que no quieren ser cómplices silenciosos de un sistema educativo ineficaz, manifiestamente mejorable ¿Cuáles consideran que son las cinco carencias principales del sistema educativo actual?
R: La primera es no decir “no” y no organizarse para decir “que no”. Luego hay que entender que el pasar de curso en Primaria y Secundaria no puede depender de la edad, sino de la consecución de unos objetivos. En Andalucía sólo se puede repetir en Primaria una vez (dos para alumnos con necesidades educativas especiales).
Por otro lado, es imposible trabajar en Secundaria con grupos totalmente heterogéneos donde hay treinta alumnos de muy distintos niveles educativos, desde aquellos que no saben la tabla de multiplicar ni apenas leer, a alumnos con muy alto nivel. Esta situación es el resultado de pasar a todos sin el nivel adecuado. Una reducción de la ratio podría ser parte de la solución de este problema.
Además, entendemos que el sistema educativo se debe bifurcar forzosamente según los resultados académicos obtenidos entre los 12 y los 14 años porque los alumnos que no pueden o no quieren estudiar se pasan, con razón, todo los cursos hasta los 16 años molestando a los que quieren estudiar, por lo que el instituto queda transformado en una enorme prisión-guardería.
dD: Aseguran que quieren proteger la enseñanza pública ¿Cómo se puede conseguir este objetivo?
R: Es importante imponer racionalidad; no experimentar, ni reformar constantemente, dando sensación de eventualidad a los distintos sistemas educativos que nuestros políticos amenazan con alternar eternamente. Tampoco ayuda a una educación pública de calidad ser pertinaz en el error.
Por otro lado, infraestructuras, materiales, instalaciones… son elementos importantes y sabemos que desde Andalucía se invierte, pero estas inversiones están hechas, a veces, con la premura de resultados electorales, un ejemplo de ellos son las actuaciones en nuevas tecnologías. Se instalaron ordenadores en las aulas de los IES (centros TIC) que ahora molestan a los alumnos que vienen de Primaria con su ordenador portátil. Unos y otros se acumulan haciendo pensar al alumno que no es el esfuerzo personal el que le hará adquirir contenidos y competencias sino la potencia del equipo informático.
Por el contrario, no se avanza en disminuir el número de alumnos por clase; un asunto que creemos que es mucho más importante porque cuantos menos alumnos haya por clase, más individual y diversa es la enseñanza.
dD: Esta iniciativa parte de un colectivo de profesores almeriense y ya son casi medio millar los seguidores de la medida en Facebook ¿Qué acogida ha tenido la asociación?
R: Salvo por nuestros jefes, esta iniciativa ha sido acogida como un ventanal abierto que trae aire fresco a una sala sin oxígeno. Hemos sido acogidos con curiosidad y simpatía por la ciudadanía en general, hemos compartido pancarta con algunos sindicatos en la lucha contra el ROC (nuevos Reglamentos de Organización de los Centros en Andalucía) y cada vez son más los compañeros que nos animan a seguir y que se suman a este proyecto.
Además, la prensa provincial (‘La voz de Almería’ e ‘Ideal’) ha informado de todas nuestras actividades, por lo que creemos que esta asociación llena un hueco durante largo tiempo existente. Somos profesores que ni esperan ni desesperan de los políticos y de los sindicatos y que simplemente han decidido hacer por sí mismos lo que buenamente puedan para mejorar la enseñanza.
dD: ¿Cuáles son, a corto plazo, las principales medidas que quieren poner en marcha?
R: Debemos seguir teniendo las orejas tiesas, estar atentos al descontento e ideas que expresan nuestros compañeros en los pasillos y difundirlas por todos los medios posibles: prensa, radio, televisión, redes sociales, blogs, camisetas, concentraciones, carteles, manifestaciones… Que padres, alumnos, políticos y sindicatos conozcan el punto de vista de los profesores.
Por otro lado, queremos dignificar nuestra labor como docentes, obligándonos a participar en los procesos de reforma de la educación. Es una exigencia como colectivo, ya que en las últimas reformas y normativas nos sentimos olvidados.
Además, queremos ser un foro donde cualquier compañero pueda dar ideas o proceder a actuaciones que mejoren la enseñanza pública.
dD: Desde el colectivo afirman que se ha conseguido destrozar la educación secundaria manteniendo unas rigideces ideológicas que impiden analizar la realidad sin prejuicios ¿Creen que, en el fondo, todo se basa en un conflicto de intereses? Si esto fuera así ¿no estiman que sería un precio muy caro para la ciudadanía?
R: Cuando usamos esta expresión queremos decir que, para la izquierda, el sistema ha de ser lo más igualitario posible, lo cual no está mal, pues se entiende que se han de dar las mismas oportunidades a todo el mundo, compensando las desigualdades sociales. El problema surge cuando el alumnado no aprovecha esas oportunidades, por las razones que sean, y nos seguimos empeñando en que todos los alumnos son iguales.
De esta manera conseguimos lo contrario de lo que se pretendía, que los hijos de las familias más pudientes se eduquen segregados en colegios de pago, donde se ponen a su disposición todos los medios, mientras que los alumnos de las familias más desfavorecidas se educan en la enseñanza pública, junto con los que no quieren hacer nada, limitando su acceso a estudios superiores en las mejores condiciones posibles.
dD: ¿Qué opinan del hecho de que en comunidades autónomas como Madrid se considere a los profesores autoridades públicas? ¿Esta iniciativa debería extrapolarse a otras comunidades?
R: No sé exactamente qué efectos de mejora pueden producirse siendo los profesores autoridades públicas. Tal vez bastaría con que la sociedad nos devolviera parte de la autoridad moral que nos quitó dándoselo al dinero fácil, al éxito prematuro y a la deformación educativa de ciertos medios.
Recuerdo a antiguos alumnos que se reían de mi ‘talbot horizón’ (utilitario de los años ochenta) y cuando les recriminaba su actitud indolente ellos me adivinaban su futuro, serían ATS, yo les insistía en la necesidad de estudiar para ser buenos técnicos sanitarios y entre risas respondían que no, que lo suyo sería “al tomate seguro”. Le hablo de los años en que los invernaderos y la construcción daban dinero de sobra en Almería.
dD: ¿Podría citar algún caso o situación en las aulas que para usted sea sintomático del estado en que se encuentra el sistema educativo en España?
R: Un alumno (hay muchos en este caso) de la ESO que ha suspendido siete u ocho asignaturas, durante todo el curso no ha hecho nada, sin embargo pasa al siguiente curso. El alumno no ha hecho nada, entre otras cosas, porque sabía que pasaría ¿Para qué esforzarse entonces? Esta situación lleva provocando el pasmo entre los profesores desde hace años.
dD: En los últimos años se ha hablado mucho de la desidia del docente como consecuencia de la devaluación y de las carencias del sistema educativo, pero el lema de su asociación ‘Dejadnos enseñar’ determina que ustedes siguen siendo unos apasionados de su trabajo ¿Se consideran una especie en extinción?
R: La mayor parte del colectivo podría asumir este lema. Son profesionales que han dejado gran parte de su vida en formarse para realizar su labor pero ven cómo los políticos desconfían de su trabajo, que los sindicatos no hacen lo suficiente por mejorar sus condiciones y que parte de la sociedad mira con recelo su profesión.
dD: Se suele relacionar el fracaso escolar con el trabajo de los docentes pero ¿Qué papel tienen los padres?
R: El papel de los padres, con permiso del juez de menores Emilio Calatayud, es el que señala el Código Civil; es decir, deben velar por sus hijos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral. Además, deben ser exigentes con sus hijos, deben apoyar el trabajo que hacen los profesores… en definitiva, deben ser padres. Nada más y nada menos.
dD: A la vista de su experiencia ¿Cuál podría ser el futuro de la educación?
R: No puede ser otro que el de dar condiciones de igualdad a todos los ciudadanos. Una enseñanza pública de calidad es la que asegura a todos una formación como ciudadanos y los instrumentos académicos necesarios para optar en igualdad a puestos de responsabilidad.
dD: ¿Considera posible un cambio real del sistema educativo?¿Qué iniciativas deben ineludiblemente ponerse en marcha?
R: Durante la entrevista le he ido comentando algunas de las cosas que los compañeros estiman que mejoraría el nivel de la enseñanza y educación pública en Andalucía. Tal vez escuchando la voz del docente mejorarían las leyes y normativas que rigen nuestro sistema educativo. Los compañeros que se jubilan y han estado en las aulas toda su vida son merecedores de ser escuchados, porque a través de ellos se podría obtener valiosa información de los errores e incluso encontrar posibles soluciones.
Fuente: http://www.diariodirecto.com/entrevistas//2010/09/30/profesor-dejadnos-ensenar-447124660015.html
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