El pasado 24 de mayo de 2010 he recibido una carta certificada de un tal Enrique Pérez Pérez, que firma como Delegado provincial de Educación. Dado que en su escrito no pone referencia alguna, entiendo que debe referirse al escrito enviado y registrado el día 10 de mayo de este año, al Presidente Autonómico, Consejera de Educación, al Director General de Política Educativa, así como a la Consejera de Igualdad y Empleo.
En la carta recibida se me comunica que debo solicitar cuanto antes plaza para mi hija en 1º de E.S.O. (en lugar de 2º que es donde le corresponde) para su estudio por parte de la Comisión de Escolarización.
Aunque quería dejar este capítulo para otras fechas y viendo la dinámica de esta tétrica patología diogénica institucional, comento y recuerdo hechos concernientes a alguna otra famosa Comisión; en este caso de Absentismo escolar, referenciada en el escrito enviado y registrado en su día; en este caso el 13 de marzo de 2009, al Secretario de dicha Comisión, Manuel Cuéllar Serna, actual director del Colegio “El Pilar” de mi localidad, que decía así:
Al Secretario de la Comisión Zonal de Absentismo Escolar
El pasado día 5 de marzo de 2009, he recibido un comunicado de ustedes donde me informan de un supuesto absentismo escolar y del expediente abierto a tal efecto.
Aunque ya no me produce perplejidad, dado la sistemática generalización de falsedades en la narracción de hechos, manipulación e incluso falseamiento de informes, voy a aclararles discrepancias notables de su comunicado. Espero que con mis notas ese hipotético “déficit de comprensión lectora” no se verifique una vez más.
En primer lugar, usted como “maestro” debería conocer y por tanto, usar adecuadamente el significado correcto de ciertos términos; entre ellos el de “Estimados” como usa para referirse a mí, dado que según los comentarios hecho por una colega y amiga suya en su día, sus simpatías hacia mí no son el adjetivo más preciso ni mucho menos; tampoco las criticas que ella me manifestó. Por tanto es incorrectamente ético, ni siquiera para usarlo de modo protocolario.
Con fecha 24 de octubre de 2008 hubo un comunicado del tutor, Manuel García Naranjo, que previamente, el día 20, me leyó por teléfono el director del Colegio Rodríguez Cruz, Alonso Morán Calderón. Entre otras cosas, en ese comunicado se me emplazaba para el día 28 de octubre. También se decía:
“En caso de no poder asistir, es necesario que nos lo comuniquen personal o telefónicamente para concertar otra fecha más propicia”
lo que hice, como puede comprobarse en mi escrito de fecha 27 de octubre de 2008 y con registro de entrada nº 43. Además de expresar este hecho, recordé el motivo principal de las ausencias a clase de mi hija, obviamente muy lejana al del supuesto absentismo escolar, y que no es ni más ni menos que el acoso escolar que viene sufriendo mi hija desde hace demasiados cursos y no sólo en este colegio, como usted debería saber. Le recuerdo que siendo usted Jefe de estudios del Colegio Santa Mª de la Coronada, a mi hija, entre otras muchas cosas, se le bajaron los pantalones, suceso desgraciadamente escondido por ustedes y alertado, en este caso por la madre de una compañera, cuya hija fue motivo del mismo suceso.
En ese mismo comunicado del tutor, les recuerdo que se dice:
“…para concertar otra fecha más propicia”, lo que hasta la fecha no se ha ofertado.
De hecho en escrito realizado el pasado 2 de octubre hice un comunicado al Jefe de Servicios de Inspección y Evaluación, Sr. Chamorro, previendo esta situación, que desgraciadamente, ya vaticinaba en cursos anteriores, como hay constancia en diversos medios.
Seguidamente en el comunicado de ustedes afirman que:
“Con fecha 3 de noviembre de 2008, a través de una carta certificada cuya copia se adjunta, la Jefa de Estudios se puso en contacto con ustedes para que justificasen las reiteradas faltas de asistencia de su hija Silvia.”
lo cual es falso, dado que en ningún momento pudo haber contacto, ya que esa carta certificada de la que hablan no me llegó y, por tanto, esa información que afirman reitero que es falsa. Les invito a que me demuestren tal información.
Las faltas reiteradas de las que hablan estaban justificadas por el Dr. Gutiérrez Casares, que lleva a mi hija desde marzo de 2005, fecha en la que comenzamos a ir a su consulta por mi preocupación por mis hijos y detección del problema de mi hija; en contra de la falacias y mentiras montadas por el sistema educativo que afirma fue detectada por su, entonces tutora Magdalena Sánchez. Una mentira más a la cual también les invito a que lo demuestren.
Esas faltas no eran ni mucho menos debidas a un absentismo escolar sino a un acoso escolar, en este caso consentido.
En el párrafo siguiente de su escrito se dice:
“Dado que, a pesar de todo ello, la situación de absentismo de su hija no se ha resuelto, les informamos que la no asistencia a clase constituyen un grave daño al proceso educativo de su hija que puede ser constitutivo de un posible delito, por lo que en ejercicio de nuestras funciones, próximamente informaremos y daremos traslado de expediente de su hija Silvia a la Dirección General de Infancia y Familia de la Consejería de Igualdad y Empleo.”
Insisto en que no es caso de absentismo escolar. Insisto en que lean el escrito referenciado al Jefe de Servicio de Inspección y Evaluación. Como le comenté a la Trabajadora Social del E.O.E.P. de Almendralejo y a la orientadora que este año lleva el Colegio Rodríguez Cruz, tras solicitarme reunión a la que asistí, el grave daño del que ustedes hablan es el deterioro psicológico y anímico-emocional de mi hija, gracias a muchos actores implicados por no hacer su trabajo profesional ni ético, ninguneando el problema muchas veces, mostrando otras desidia, apatía, dejadez de sus funciones y una falta atroz al apoyo a una niña que le recuerdo sufre una discapacidad de un 33% por el trastorno que sufre, sometida a sistemáticas increpaciones, burlas, exclusión, aislamiento y, en definitiva, marginación y discriminación negativa consentida. Es bochornoso y cínico hacer un corporativismo exacerbado y represivo contra quienes entendemos que niños como mi hija deben ser izados y ayudados de verdad en lugar de pagar en muchas ocasiones, la inoperancia y falta de tacto humano, deontológico y ético hacia estos niños.
Parece mentira que incluso usted que es cojo (yo soy manco) no tenga ni haya tenido una mayor sensibilización hacia niños, al menos en el caso que nos ocupa, con problemas como el que padece y que, incluso la ignorancia de esta patología básicamente neurobiológica y genética, no le acredita para mantener la postura e idea que del padre tiene; ya incluso por respeto al no haber tenido la altura y consistencia de haber cotejado información conmigo.
En ese sentido y respecto al posible delito que comentan decirles que delito es discriminar negativamente a una menor discapacitada y no asumir responsabilidades, negando hechos y consintiendo el fenómeno del bullying. Por tanto, la asistencia a clase con este caldo de cultivo polucionado y tóxico para el desarrollo armónico-emocional de la niña es muy contraproducente. Esa falta de asistencia, reitero, no puede ni tiene que ser paralelo a una falta de su derecho a la Educación, pero dado que, como le indicaba en su día al Sr. Chamorro, el sistema educativo que nos ha tocado sufrir, parece ser que no está capacitado para responder y ser efectivo en los apoyos y respeto a los derechos que mi hija necesita, es por lo que, hoy día, tengo que asumir personalmente su educación desde casa, donde trabaja y se esfuerza notablemente a pesar de sus inhabilidades por ese trastorno que sufre, sumado al cuadro ansioso-depresivo, gracias al nefasto clima escolar que ha venido padeciendo desde que prácticamente está escolarizada. Esta educación académica y en todos los órdenes evidentemente, me relega a no poder trabajar en la actualidad. Paralelamente todo este proceso de oscurantismo, bulos y falseamientos de la realidad han contribuido a una pérdida de visión de mi ojo derecho por la somatización y desgaste que, como familia, venimos sufriendo desde hace ya demasiado tiempo. Por tanto, felicidades a todos esos que de un modo u otro han y están consiguiendo tan “nobles resultados”.
Tampoco deben darme demasiada información, ya que conozco más detalles de los que suponen. Ese traslado a Infancia y Familia del que hablan se origina en octubre tras solicitar quien le escribe a gente relacionada con esta problemática que se sea valiente y se pidan explicaciones y soluciones de este lamentable mobbing institucional; en este caso a la Directora General de Infancia y Familia, como hay constancia y puede ser demostrado.
Finalmente, aunque me parece una pérdida total de tiempo, dado que todo este kafkiano suceso viene aconteciendo desde hace cuatro minantes años, esencialmente cobrados en mi hija Silvia, como cabeza de turco, aunque he de hacer de tripas corazón, no tengo reparos en reunirme con ustedes para tratar aspectos relacionados con este buñuelista asunto, del que sigo insistiendo no se trata de un asunto oscurantista de absentismo escolar, sino de acoso escolar y de discriminación negativa hacia una menor, a la que incluso se han despreciado normas como la L.O.E. de 3 de mayo de 2006, para que se proporcionen unas adaptaciones curriculares, sean o no significativas, amén de esa subvención, recientemente negada represivamente para ayudas psicoterapéuticas, a pesar de que se cumplen todos los requisitos.
En todo caso, ese día y a esa hora me es imposible acudir a esa cita, dado que tengo otra, desde días antes de recibir su escrito. Si se animan a darme una nueva cita les solicito que me anuncien quién o quiénes asistirán en principio a dicha reunión para valorar finalmente si acudo o no.
¡Chapeau a todos los que están, de un modo u otro, aportando esa estimable ayuda a mí y, esencialmente, a una menor con serios problemas y que, como pitoniso, hace demasiado tiempo anuncié es la crónica de un fracaso anunciado en todos los aspectos: no sólo el académico sino el social y por ende el personal. Gracias a todos los que de un modo u otro han contribuido a esta situación. No se preocupen, se lo recordaré cuantas veces hagan falta. Lo dicho, felicidades!
Manuel Rodríguez González
Villafranca de los Barros, 10 de marzo de 2009
2 comentarios:
Larga argumentación... ahora hace falta que la entienda el que debe poner el remedio...
¡Madre mía! Ojalá que cada responsable llegue a pagar el daño que está haciendo. Burocracias, papeleos, comisiones... parece que seguimos en el siglo XIX...
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