Manuel Rodríguez G.
El escrito que sigue, hace hoy un año que fue publicado por mi hija. En este tiempo, al igual que ha venido aconteciendo desde hace demasiado tiempo en diversos colegios, NADIE, en modo alguno se preocupó de esa niña marginada y sentenciada a la mayor de las soledades por unas instituciones que lejos de protegerla y velar por sus intereses, la han exiliado al olvido cómodo de quienes la utilizaron para desprestigiar al padre y de paso, ni siquiera permitirle a ella que expresara sus duras vivencias en su entorno escolar, lejos de los apoyos y clima afectivo que necesitaba. Era la forma represiva del sistema educativo y compinches institucionales para ningunear las graves manifestaciones de esa niña, intentando esconder sus ineptitudes y las muchas quejas dadas por el padre, desde que tras el inicio de la escolarización de la niña esos inútiles camorristas demostraron su incapacidad por ayudar a una niña con una serie de problemas, disfrazando esas ineptitudes a base de falsas y muy graves denuncias hacia el padre.
Tras nuevos hostigamiento de Servicios Sociales e Igualdad, y mi réplica en mayo y junio pasado, ambos han callado, reflejando el cínico y cobarde papel real representado por estos emisarios de la hipocresía institucional:
http://elcuadernodeguillermonoacoso.blogspot.com/2011/06/cita-ciegas-con-torquemadas.html
http://elcuadernodeguillermonoacoso.blogspot.com/2011/06/la-ex-directora-general-de-infancia-y.html
http://elcuadernodeguillermonoacoso.blogspot.com/2011/07/al-delegado-provincial-de-educacion-en.html
A todos esos múltiples personajes que la dañaron e incluso que con su silencio nada hicieron por ayudara esa niña yo los maldigo por complacientes y cobardes…
Recuerdo de mi último día de clase
De nuevo me ha venido a la memoria el último día de clase.
Recuerdo que me lo pasé fatal.
Cuando llegue a clase ya estaban murmurando y antes de que viniese la profesora, Antonio, un niño de mi clase empezó a hacerse el llorica para burlarse de mí.
Al rato saqué los folios y puse mi nombre porque teníamos que hacer un examen. A continuación dos niñas que estaban sentadas al lado mío al verme escribir dijeron que yo estaba pintando entre risas y burlas.
Después de 2 horas nos teníamos que ir a confesarnos al Cura y los que no queríamos nos quedamos en clase con el profesor de Naturales.
Cuando llegó dijo los que habíamos aprobado definitivamente y una de las gemelas dijo: -¿Por qué Silvia ha aprobado con un cuatro y pico?
El maestro dijo yo había aprobado porque me había esforzado y había trabajado mucho, pero me pareció muy vulgar por su parte porque no le llamó la atención y siempre se refieren a mí.
Cuando se fue a por unas cosas Antonio le dijo a Moisés (un niño con grandes problemas mentales) que se sentase a mi lado.
Nosotros estábamos sentados solos cerca del profesor y los otros niños estaban sentados atrás burlándose de nosotros. A los pocos minutos ya estando el profesor empecé a llorar porque vi que se burlaban de mí y de ese niño cuchicheando y yo le mire al profesor y me di cuenta que se hacia el despistado porque estaba enfrente de
mi y me había mirado pero no dijo nada.
Estuve llorando hasta que se acabó la clase.
Cuando ya estábamos en el recreo seguí llorando porque me sentía fatal y sola. La profesora de Lengua vino hacia mí y me pregunto qué porque no estaba con mis compañeras.
Después le conté que no estaba con las niñas de mi clase porque me daban de lado.
Luego la profesora me dijo que no pensase mal de las personas, que ellas me querían mucho y querían estar a mi lado. Siempre decían lo mismo.
A continuación le volví a decir que yo no estaba con las niñas de mi clase porque me daban de lado y se burlaban de mí y eso era cierto, aunque ni me escuchaba ni me hacia caso.
Después me repitió lo mismo varias veces.
Cuando mi profesora acabó ya aquel discurso; una muchacha que era de otra clase que se llamaba María al verme triste me preguntó que qué me pasaba.
A continuación le explique lo que me pasaba y otra vez me entraron ganas de llorar.
Luego me presentó a sus amigas y me contó que a ella también le había pasado algo parecido y que no me preocupase porque ya éramos amigas.
Al poco vinieron las niñas que daban de lado y dijeron qué me pasaba, disimulando como si les importase.
María, la chica de la otra clase les dijo que no me pasaba nada y que me dejasen en paz.
Una de las niñas que me daban de lado dijo pero si hoy no habido ningún cumpleaños; y vino a decir como si llorase por cualquier tontería sin importancia.
Cuando ya se fueron, María me preguntó si esas son las que metían conmigo luego yo le dije que sí y me siguió animando.
Desde ese momento me sentí mejor y me di cuenta que esa muchacha era muy amable y que de verdad se quería hacer amiga mía y no como las otras.
Ese día cuando llegué a casa me di cuenta que odiaba el colegio o por lo menos muchas compañías falsas que dicen unas cosas y luego hacen lo contrario porque me hacen mucho daño.
María, la de Almendralejo, la que me ayudó era diferente y muy amable pero yo ya no era capaz de seguir yendo al colegio.
Gracias María Rodríguez Moriñigo
NOTAS Y REFERENCIAS SOBRE ESE ESCRITO:
Moises: Repásese
http://bitacoraacosoescolarbullying.blogspot.com/2011/07/instrucciones-para-una-adecuada.html
Profesor de Ciencias Naturales: Repásese
http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2011/04/educacion-sin-trabas-y-motivadora.html
María Moriñigo: Repásese
http://deficitdeatencioneinatencion.blogspot.com/2011/07/maria-una-excepcional-companera.html
Otras referencias relacionadas:
http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2011/07/de-cobardias-y-otras-actitudes-grupales.html
http://vagabundotraslalibertad.blogspot.com/2011/07/de-cobardias-y-otras-actitudes-grupales_21.html
http://36tulipanesvioletas.blogspot.com/2010/12/mis-sentimientos.html
Fuente:
http://36tulipanesvioletas.blogspot.com/2011/02/recuerdo-de-mi-ultimo-dia-de-clase.html
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