Educación sin trabas y motivadora

 

Pasó la fecha tope del 28 de febrero actual que marqué a tanto indecente personaje de la inquisidora educación extremeña; y dado que una vez más he podido comprobar la ineptitud e incapacidad de todo un sistema educativo extremeño para hacer cumplir las elementales normas sobre Atención a la Diversidad hacia una alumna con una serie de desventajas, así como el respeto a su integridad psicológica, y como ya advertí a mis detractores enemigos de Educación, mi hija definitivamente ha dejado la rancia, podrida e inoperante Educación tradicional EXTREMEÑA, muy mala por cierto; al menos en lo que respecta a mi hija (mi hijo en cuanto él lo entienda o el chantaje de ciertos sátrapas se haga manifiesto, saldrá del mismo sistema victoriano e inconsistente).

Las formas de la educación de Silvia poco han cambiado respecto a las que le suscitaba el padre desde bien pequeña, pues seguimos motivándonos a modo de acercamiento al aprendizaje, cual periodistas buscando la esencia; en este caso dependiendo de la materia elegida y las posibilidades de acceso a ella, que son muchas, tantas como la motivación nos muestre.

Respecto a la otra forma de Educación, se acabó definitivamente: La presencial, la de aguantar seis horas en pupitre,en ocasiones copiando y subrayando al dictado de una caduca didáctica “maestría” que enseña a sus pupilos a subrayar mientras lee el 95% de cada página interminable para luego ordenar que se copie en bonitas libretas de letra virginal y nulas explicaciones si el interesado alumno pregunta a una seria y añeja profesora el significado de algún párrafo,pues la censora en este caso invita cual padre cómodo e ignorante a buscarlo en enciclopedias u otros medios.

Y qué decir de algún profesor que ni siquiera conoce cómo hacer una división y finalmente es el hazmerreir de la mayoría de una clase desmotivada y entrando en la adolescencia, aunque luego ponga exámenes que poco tengan que ver con lo que allí se explica y que incluso no auxilia a una niña que claramente es marginada por el grupo y rompiendo a llorar por determinados hostigamientos ni siquiera auxilia a su alumna; la profesora que echa la bronca hasta el último “gato” porque nadie aprobó un control, no siendo consciente que indicadores como esos sencillamente están suspendiéndola a ella; que ni siquiera tiene la consistencia de evitar poner un altavoz cercano a una niña inatenta en un control; o de aquella otra “profesora” que desentendiéndose de su obligación de ofrecer unas ayudas, más tiempo y la debida retroalimentación elude su obligación de auxilio y suspende ante cualquier omisión o falta, todo un ejercicio, pasando de una nota cercana al 9 el anterior curso a un ridículo 3 y pico…

Queda incluso la patética actitud de quien dándole matemáticas le baja nota porque la niña realiza adecuadamente ejercicios pero mentalmente calcula y no pone los pasitos ortodoxos y sistémicos de este “ejemplar” aprendizaje, a pesar de ser correcta la solución. Otras veces, aún a pesar de ser correcta la metodología para realizar el ejercicio, la comisión de un fallo al copiar el dato dado, da lugar a un resultado inadecuado, pero muy correcto en su ejecución… y es que por ignorancia interesada no se quieren ver los obstáculos de estos niños.

Para finalizar, la única ilusión que le quedaba: el recreo y poder acercarse y compartir tiempo con compañeras también se le negó, pues como pasase en otras “cárceles escolares”, se le relegó a estar sola y aislada; y de sentirse a gusto al principio de curso pasó al llanto y a la decepción que le marcó la marginación vil y cínica de demasiadas malas compañías de muy mal denominados compañer@s.

Por nuestra parte y ya definitivamente asociados al homeschooling, seguiremos (como siempre lo hemos venido haciendo) cogiendo la bicicleta cuando se pueda, buen ejercicio por cierto para la Educación Física. Nos acercaremos al campo, al río y a donde haga falta, y en inmejorable aula abierta buscaremos semillas, insectos, minerales, molinos abandonados y su historia o lo que se nos ocurra. Podremos recordar afluentes, visitar parajes escondidos y/o abandonados, recolectar plantas y semillas, conocer la orografía del terreno y comprobar cómo las plantas adecuan el terreno; cómo determinados animales se reproducen, emigran o simplemente sobreviven; calcularemos la velocidad en bicicleta y en coche, lo que cuesta ese viaje y lo que costaba hace un tiempo; cómo se erosiona el terreno y cómo  apetece pintar un paisaje a cielo abierto, mientras el canto de unos pájaros y un buen bocadillo invitan a seguir aprendiendo, a continuar motivados … Seguimos en ello