Manuel Rodríguez G.
Hace aproximadamente mes y medio tuve la oportunidad de participar en un programa de radio (RNE1) sobre acoso escolar, gracias al ofrecimiento que me hizo Araceli Oñate (prestigiosa experta en este terrorismo socio-educativo y coautora junto a Iñaki Piñuel de los famosos “Informe Cisneros” entre otras muy conocidas publicaciones).
(Para reproducir el programa pulsa sobre en siguiente enlace:
http://www.rtve.es/radio/20120517/527818.shtml#kmnts )
A raíz de ese programa hubo una serie de comentarios, donde no faltaron los típicos que se producen en estas denuncias públicas, por parte de personajes ligados al entramado educativo, que intentando echar balones fuera, suelen arremeter contra la víctima y familias - en un afán claramente distorsionador - para que estos casos se disfracen, a través de bulos y rumorologías, y así el sacrosanto y virginal papel de los responsables educativos quede intacto e inmaculado, lejos de la dejadez, negligencia y complacencias consentidas contra estos actos de vandalismo hacia víctimas muy concretas.
Si bien, como decía anteriormente, este tipo de comentarios polucionados son típicos en cualquier denuncia que salte a los medios, hoy elijo unos comentarios que, al menos a mí me parecen muy reflexivos, descriptivos y claros indicadores de toda esta trama cobarde sustentada por quienes están obligados a proteger al alumnado, pero que muy generalizadamente miran hacia otro lado o niegan estos casos.
Gracias por tus precisos apuntes F. Y. Evidentemente tu talla ética y humana nada tiene que ver con los que nos intentan hacer comulgar con piedras de molino. Me alegra que seas feliz pues las secuelas perdurables que suelen dejar estos atentados contra la libertad, respeto y dignidad de niños y familias, suelen ser un obstáculo muy complicado de salvar; no ya sólo por el daño sufrido, sino por el cínico y mísero aislamiento y soledad sociales que se les genera a victima y entorno familiar, en ese Síndrome de negación sistemático y consentido; manipulado y extorsionante. Un abrazo y mis felicitaciones por haber salido a flote :-)
F. Y.
Cada uno habla de lo que conoce, y es tan justo como respetable, compartir información es lo único que puede ayudarnos a acabar con el problema. Por mi parte un apunte: El problema se suele reproducir en otros centros porque el problema suele acompañar al acosado, porque será igual tanto física como psicológicamente, porque seguirá llevando una diana en la frente por el simple hecho de ser quien es (gordo, flaco, listo, guapo, feo, torpe, tímido...) Despertará la misma aversión en el mismo tipo de personas vaya a dónde vaya... A veces los docentes no pueden ver algunas cosas bastante reveladoras en el comportamiento de los niños, ni tampoco los padres, que en el fondo se preguntan que "tara" tiene su nene para que le den de lado, eso sólo lo ven los propios niños. Ya no como madre, si no como la niña que fui, os diré que los acosadores suelen ser niños bastante integrados, líderes de grupo, con un comportamiento impecable en clase. Son pequeños Judas que basan su popularidad en el miedo (o estás conmigo o contra mí) y que sirviéndose de eso se crean una legión de serviles rémoras, cuya única manera de subsistir y destacar es guarecerse bajo el "buen árbol" que muy a menudo suele estar podrido por dentro. El problema puede estar en la familia, sí, ¿Pero en la familia de quien? Mis pequeños Judas tenían padres al borde de la separación, una madre alcohólica, habían sido abandonados por su padre, poseían un ego desmesurado, tenían ideas eugenésicas bastante claras para su edad...Pero a simple vista nadie podía adivinarlo, entre otras cosas porque sus familias aparentaban total normalidad. Hacemos pagar nuestro dolor a los que no tememos, y tendemos a justificar nuestros miedos y prejuicios buscando defectos imaginarios en los demás, lo que no conocemos nos aterroriza porque representa una amenaza para nuestra rutina, y eso empieza en la infancia. Te pisan la cabeza antes de que intentes levantarla, como profilaxis. Yo sabía quien se orinaba en la cama, quien estaba tomando medicación para poder dormir e incluso quien era adoptado y no tenía ni idea…Pero nunca, nunca jamás hice nada, y eso que a veces tuve muchas ganas...A MI ME EDUCARON PARA SER FUERTE, PERO NO PARA HACER DAÑO. A mí me enseñaron que el más fuerte es el que es capaz de seguir adelante sin servirse de nadie e incluso llevando a otros más débiles consigo, el más fuerte es aquel al que no le asusta lo diferente, el que tiene una mente y un mundo abierto a los demás. El más fuerte es un soporte, no un lastre. El más fuerte es capaz de mantenerse fiel a si mismo y a sus valores. El más fuerte no es aquel que hace “amigos” utilizando el chantaje y que se dedica a aplastar a los débiles para no perder su puesto, y si lo es, creo que en este punto del partido deberíamos replantearnos como acabará todo esto. Siempre tuve mis amigos en las minorías, mi ostracismo social fue casi voluntario, a día de hoy mi conciencia está tranquila y soy una persona feliz, que no basa su felicidad en el sufrimiento de los demás. Sin embargo la mayoría de aquellos niños "desenvueltos" que conocí están lejos de ser adultos felices .
Noticias relacionadas:
http://bitacoraacosoescolarbullying.blogspot.com.es/2012/06/hasta-cuando-el-ninguneo-y-polucion.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario