Manuel Rodríguez G.
Una vez más, me llega otra noticia de suicidio por acoso escolar; eso que aún hoy día muchos trágalas y correveidiles ligados a los colegios, aún tildan de “cosas de niños. Nada importante, siempre pasó. Les hace fuertes…”
Una vez más, se desdicen, niegan y miran a otro lado, queriendo lavarse las manos cual cobarde Pilatos para no hacerse responsables de la negligencia, falta de auxilio, protección y garantes del más elemental respeto a quienes se deben en horario lectivo, lo que les convierte en, como poco, presuntos culpables de las muertes, no pocas veces previsibles cuando no anunciada.
Una vez más, esta violencia y acoso sucede en actividades y zonas donde la víctima es un blanco fácil de los hostigadores, en una actividad escolar, la de Gimnasia o Educación Física que tiene por vicio el tolerar en no atípicas ocasiones, (sobre todo por ciertos “conductores”), el maltrato psicológico y físico, cual partido de rugby e incluso guerra campal, donde casi todo vale, a costa de hacer del alumnado “hombrecitos” capaces y fortachones de pegar y ser pegados; de tolerar, no esporádicamente, maltratos físicos y psicológicos, cual entrenamiento militar al uso y donde las quejas al profesor correspondiente son interpretadas como poco coherentes y de una “flojera intensa para que esos próximos adultos se vayan curtiendo” en esa selva competitiva y de trepas que muchas veces las propias instituciones fabrican…
Sin quererlo, pero sin poder evitarlo, recuerdo las muchas veces que mi hija salía de la clase de Gimnasia en su segundo colegio, C.P. Rodríguez Cruz de mi localidad, llorando, con crisis de ansiedad e incluso chillando, mientras el profesorado y la dirección, desdecían las graves manifestaciones de la niña, sólo que en nuestro caso ya hubo bastantes palizas psicológicas y yo apoye a mi hija en su negativa a ir a colegio alguno, en esas míseras y cínicas condiciones; verdadero caldo de cultivo para, ante tanta cobardía grupal consentida y/o apoyada, plantearse llevar a la práctica lo que esa amargura almacenada ya mostraba…
Como expresaba el abuelo de esa víctima quizás ni siquiera fue suicidio, quizás fue homicidio involuntario y desidioso por la dejadez, ninguneo y cobardía de quienes no hicieron nada por evitarlo. Como expresaba el abuelo, quizás “LO MATÓ EL COLEGIO” …
Se suicidó un alumno de 12 años por acoso escolar
Así lo denunció su familia; el niño usó un arma de su abuelo
Víctor Feletto, el alumno que tomó la trágica decisión. Foto: Imagen TV
LA PLATA.- Un chico de 12 años se suicidó en su casa de la localidad de Temperley, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, y sus familiares denunciaron ayer que la decisión pudo deberse a la presión que sentía el adolescente de parte de las autoridades de la escuela secundaria a la que asistía y al maltrato de sus compañeros durante las clases de gimnasia.
La tragedia ocurrió el viernes al mediodía, luego de que Mabel, la madre del niño, fuera a la escuela secundaria N° 371 de Lomas de Zamora, donde estudiaba el pequeño, para pedir que las autoridades le permitieran no asistir a las clases de educación física, en las que su hijo sufría empujones y golpes de algunos de sus compañeros, un fenómeno de acoso escolar que en el mundo se conoce como bullying .
Víctor Feletto, el alumno fallecido, tomó la drástica decisión tras regresar a su casa de la escuela. Se disparó en la cabeza con una pistola de su abuelo José, que ayer dijo, furioso, que nadie se había ocupado del caso de su nieto. "¿No hay un equipo psicológico en la escuela? ¿Por qué nadie me llamó?", dijo José Feletto en diálogo con LA NACION.
Según el abuelo del niño, las autoridades del colegio se negaron a permitir que el chico obviara las clases de educación física y le advirtieron a su madre que perdería el año si no aprobaba esa materia.
"¿Cómo le van a decir eso? El prefería estudiar: fue abanderado el año pasado, sólo tuvo calificaciones de 9 y 10. Ahora lo obligaban a hacer ejercicio aunque él no quería, porque sus compañeros grandotes jugaban a lo bruto y a él, como es chiquito, lo tiraban al suelo", dijo José.
Según su familia, Víctor tuvo que ir al hospital por los golpes sufridos en dos caídas durante sendas clases de gimnasia, pero ni la directora ni el profesor de educación física le dieron importancia al tema.
El viernes pasado, luego de que su madre acudiera al colegio para conversar con los directivos del establecimiento, Víctor volvió solo a su casa de Temperley, jugó un rato con su abuela y luego se encerró en su cuarto. La mujer no se dio cuenta de que había tomado el arma que su abuelo tenía guardada en un cajón. Lo supo cuando oyó el disparo. El chico estaba en su cuarto, sentado frente al televisor, muerto.
José Feletto afirmó que al pequeño le gustaba mucho estudiar, y también ir a pasear al campo, y que tenía varios amigos en el barrio y en la escuela. "Era un señorito, un chico estudioso. Era mi mano derecha. Cómo le van a hacer eso", repetía ayer, desconsolado.
"Ellos son los culpables. Lo mató el colegio", había dicho el abuelo del chico, minutos antes, ante las cámaras de televisión.
Voceros de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCE) bonaerense informaron a LA NACION que ayer, cuando se reanudaron las clases tras el feriado del lunes, la directora de la escuela convocó al equipo distrital de infancia y adolescencia (EDIA) de la Dirección de Psicología de la DGCE y que este equipo trabajó con preceptores y docentes de la secundaria 371 para abordar "la temática de la muerte y su impacto".
El EDIA también trabajó con un grupo de compañeros de Víctor "sobre los sentimientos provocados" por la tragedia y realizó un acompañamiento durante el velatorio y sepelio del chico, cuyo cadáver fue entregado a la familia recién a las 15 de ayer, luego de los análisis de rigor.
No hubo precisiones oficiales sobre si alguna autoridad educativa intervino en el caso de Víctor antes de su trágico desenlace.
ANTECEDENTE EN LA RIOJA
Un antecedente inmediato de bullying en la Argentina ocurrió en abril del año pasado, cuando Carlos Nicolás Agüero, de 17 años, se suicidó en la localidad de Chepes, provincia de La Rioja, debido al hostigamiento que sufría a diario por su presunta homosexualidad de parte de compañeros y vecinos..
Fuente:
http://www.lanacion.com.ar/1462039-se-suicido-un-alumno-de-12-anos-por-acoso-escolar
1 comentario:
Es un horror, no logramos aprender de tanto dolor, no se que les ocurre a quienes tienen en sus manos la solución
Un abrazo
Publicar un comentario