Estimado José Luís:
Me duele en el alma tu lucha y tu soledad, que como bien dices te ha hecho decaer anímicamente.
Me duele aún más esa especie de vacuna ciudadana que impuesta a la multitud nos tiene sumergidos en una siesta cómplice, cómoda y conformista, cual si el apostar por la vida misma fuera parte de un serial sin más. No hay sentimientos ni empatía saludables. Hasta que no nos toque parece ser que no haremos nada. La unión, el apoyo, la solidaridad y el inconformismo por nobles y justas causas parece ser ya no son merecedoras de la inquietud ciudadana, del despertar de nuestras conciencias: Nos han aducido con pasivos excrementos de virtual propaganda goebbeliana y de falsos credos. Esos bancos que te robaron tus bienes son los que realmente manejan a los comparsas pseudopolíticos de turno, cual títeres convertidos en pinochos falsamente travestidos de ética, preocupación por la ciudadanía y el apoyo solidario por nuestros derechos fundamentales.
Mientras tanto, determinados mercenarios, mueven a su antojo e interés usurero a su propio Zapatero, ya convertido en “Botinero”.
Qué fácil sería que pequeñitos ahorradores en masa quitasen sus pequeños ahorros de ese Banco de Satán, cancelando cuentas; poniendo en concepto y claramente la expresión, noble y sencilla de
"Por solidaridad con José Luís Burgos, por dignidad hacia el ser humano"
Estoy contigo, José Luís
Un fuerte abrazo y mucho ánimo
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Martin Niemöller
2ª Huelga de Hambre de José Luis Burgos: un llamamiento social.
15 enero, 2011 — José Luis BurgosApreciados amigos y compañeros:
He dedicado los últimos 45 días a defender mis derechos y dignidad, luchando personalmente contra la usura y tiranía de un monstruo sin conciencia y con una falta absoluta de respeto a la vida humana: el BANCO SANTANDER. Una entidad a la que nada le ha importado que pusiera en peligro y perjudicase mi salud con una huelga de hambre que ha durado 24 días, a los que se han sumado, después de abandonarla porque accedieron a suspender la subasta de mi vivienda el día 15 de diciembre de 2010, 21 días más de protesta en unas condiciones inhumanas ante las puertas de ese inmoral edificio de Paseo de Gracia nº 5 de Barcelona.
Un banco que junto al resto de sus homólogos nacionales ha desterrado, si algún día los tuvo, todos sus valores éticos y se ha convertido en el mayor fraude de la historia democrática española, llenando el país con oficinas de máquinas tragaperras que han corrompido a esta sociedad y a una buena parte de su representación política, medios de comunicación masivos y sistema legal. Y que están robando las libertades y felicidad de millones de ciudadanos convertidos en enfermos ludópatas, atrapados por el juego mediante sucias maniobras e instrumentos financieros de nombre sofisticado que muy pocos comprenden totalmente, y que solamente benefician a las mentes usurpadoras que los han creado, y a aquellas personas que han dado permiso a su licencia legal de juego.
A pesar de que estos últimos 45 días han sido quizás de los más difíciles que yo recuerdo haber vivido a lo largo de mis 48 años, Goliat ha hecho gala de su arrogancia y ha querido dejar claro quien manda aquí, quien es el amo y quien el esclavo: accedieron a suspender la subasta de mi vivienda el día 15 de diciembre, dándome unas migajas para que yo desistiera de mi lucha y sucumbiera a su estafa, pero viendo que yo persistí en mi defensa y que he continuado mi protesta a sus puertas, dañando su imagen, han decidido castigarme con una humillante burla y desprecio, presentando sólo 15 días más tarde de la 1ª subasta suspendida, el 30 de diciembre, una nueva instancia en el Juzgado que les ha sido otorgada para subastar de nuevo mi vivienda el próximo día 9 de febrero.
Mantengo intacto mi espíritu de lucha, pero debo reconocer que mi salud ha empeorado en estos 45 días pasados. Justo ahora, cuando había aprovechado la semana de Reyes para visitar médicos y cogerme algún día de descanso, me he encontrado con un fuerte bajón a nivel anímico y he tenido que aumentar mi dosis diaria de Besitran (antidepresivos), de 150 mg. a 200 mg. Imagino que debe ser normal, después del esfuerzo sobrehumano que he realizado en esta batalla, en el momento de relajar la tensión me han bajado las defensas… Tal vez muchos de vosotros hayáis atravesado una depresión y sabéis de lo que estoy hablando. Yo hace años que la sufro y ahora mismo estoy en un bajón muy duro, ¡durísimo! Uno de esos momentos que inundan tu interior de fuertes sentimientos y que profundizas en ti mismo con tal intensidad que duele el alma. Un momento de cruces emocionales y amargas explosiones de nostalgia, porque como decía Jorge Manrique, “cualquier tiempo pasado fue mejor”.
Allá quedan esos amargos años de infancia, cuando fui víctima de uno de los peores castigos que puede sufrir una criatura, la parálisis de una parte de mi cuerpo provocada por el virus de la polio: múltiples intervenciones quirúrgicas, larguísimos días de dolor e interminables noches de llanto. Un llanto que se confundía con el del resto de mis compañeros afectados por el mismo virus, que compartíamos la entonces “Sala infantil del Hospital de San Juan de Dios”, y que se iba debilitando con suspiros por el agotamiento y el sueño. Allá quedan también esos difíciles años de adolescencia y todos los que vendrían después, de permanente ejercicio de superación y lucha personal por conseguir una vida suficientemente digna, y una estabilidad para mi y para mi familia.
Momentos tremendamente duros de mi niñez, pero que toda la vida recordaré entrañables con nostalgia, porque siempre conté con la protección y el amor de unos padres y unos hermanos que me hicieron la vida menos amarga. La peor etapa de esa historia regresa y se toca con la actual, dejándome claro que esta vez no hay amor y me encuentro solo, porque no hay políticos, ni justicia, ni grandes medios de comunicación que me protejan y me acompañen.
El próximo martes, día 18 de enero de 2011, daré nuevamente inicio a una 2ª Huelga de Hambre, ante las puertas del Banco de Satán en Paseo de Gracia nº 5 de Barcelona. No tengo ni la más remota posibilidad de vencer a Goliat sin armas, pero mantengo viva una última esperanza: que los ciudadanos que se encuentran en similar situación a la mía, los que se identifican como más débiles, y los que desean un mundo mejor, unamos nuestras fuerzas y consigamos la mejor arma para defendernos de estos lobos que se comen nuestros rebaños y nos esclavizan a nosotros y a nuestros hijos.
El capitalismo injusto, que enriquece a una minoría y arruina a una mayoría más débil, tal vez tiene los días contados, porque en esa mayoría está la fuerza, y la mejor arma, que es la unión de los ciudadanos, decidirá cuando poner fin a esta dictadura de los mercados financieros.
José Luis Burgos.
Fuente vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=6MvAmDa8Kuo
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