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Manuel Rodríguez G.
Se dice que la mejor defensa es un buen ataque.
También se dice que ante el ninguneo, cinismo, cobardía, falta de actitud y aptitud, ética… quienes se sienten descubiertos suelen arremeter con violencia y agresividad ante la inoperancia e incapacidad al verse puestos en entredicho.
Se dice, se cuenta que la Educación es una herramienta eficaz, necesaria e indicativa del progreso y libertad de un país porque, en la tesis, esa educación nos hace libres, nos desencadena de unos eslabones enemigos denominados ignorancia, conformismo y complacencia. Sin embargo yo, personalmente, no creo en esta Educación que observo caduca, represora, fascista, incompetente, inquisidora y extorsionante. MUY MALA “EDUCACIÓN” por cierto la de aquellos que llevando las riendas de tan supuestamente noble cometido, son capaces de mentir, poner en entredicho las graves vivencias de muchos niños sometidos a acoso escolar, e incluso usarlos como chivos expiatorios; a ellos y a sus familiares con tal de poner a salvo sus nalgas demasiado escareadas, ocultando asientos burocrático-administrativos, a menudo muy polucionados y vergonzosamente “ganados”. Y es que parece ser el acoso escolar no ha existido, no existe ni existirá…
Se dice, se cuenta que la Fiscalía está para proteger al ciudadano de los excesos y defectos de quienes conculquen nuestros derechos; algunos tan básicos como el derecho a la educación, al respeto y a la integridad física y psicológica de la persona; más aún si hablamos de menores. Por mi parte y desde mi óptica particular y experiencia hace demasiado tiempo que dejé de creer en estos “defensores” aducidos, poco celosos, acomplejados ante otros órganos institucionales y demasiado blandos y tolerantes contra el maltrato; sobre todo a menores. Me creí aquello de que hay que denunciar ante estos graves hechos, pues lo contrario es sinónimo de complacencia, complicidad, y por ende cobardía. Sin embargo, llegado el momento y aunque denuncié por dos veces un caso flagrante de acoso escolar e institucional, no valió para nada, archivándose las denuncias. Y lo peor sin estudiarse la amplia documentación aportada y las muy graves denuncias que realizaba. Cínicamente, mientras uno no “moleste” dará igual el presente futuro de estas víctimas (mi hija lleva exiliada de los colegios presenciales, prácticamente al poco de cumplir los once años, hace ya casi 5 cursos y así seguiremos obligados, gracias al ninguneo y Síndrome de negación de muy graves hechos). Espero que mañana, 2 de mayo, el fiscal que ha citado a la familia viguesa, más abajo referida, sea más ecuánime, empático, justo e implicado que aquellos que a mi me tocaron y no tuvieron ni siquiera la decencia ética y humana de recibirnos y escucharnos a mi hija y a mí.
Vuelvo a sentir vergüenza, mucha vergüenza ajena hacia ciertas instituciones que lejos de hacer sus deberes, coartan los derechos y libertades de nuestros hijos. Vuelvo a leer sucesos como los que siguen, plagados de insufribles quistes repetitivos, que no hacen más que recordarme las muy lamentable experiencias que mi hija (y mi familia) hemos y venimos soportando. Sucesos que desgraciadamente constatan el proceso repetitivo, lúgubre, mísero e inquisitivo de acoso y derribo a familias que sólo están intentando que se haga justicia contra una especie en peligro de extinción “La infancia inocente”, como la que ese pequeño de 11 años y esos padres están sufriendo sistemáticamente. Por supuesto, creo en ellos. Por supuesto todo mi apoyo para ellos…
(Os invito además a escuchar a Araceli Oñate en el vídeo incluido al final, donde esta excelente profesional describe la realidad de este psicoterrorismo socio-escolar, amparado generalizada y sistemáticamente por el entramado educativo).
El fiscal investiga al vigués que no escolariza a su hijo acosado
La Xunta da un ultimátum para que el menor regrese hoy al colegio. Los padres descartan devolver al niño al aula aunque los «metan en la cárcel»
E. V. PITa
VIGO
La Fiscalía de Menores de Vigo ha abierto una investigación para esclarecer si los padres del niño que denunció acoso escolar han cometido un delito de absentismo escolar. En principio, el fiscal estudia la denuncia presentada por la Xunta con los documentos que le han remitido. El ministerio público guarda mutismo sobre si también valorará si hubo acoso escolar o no en el centro o si los profesores fueron diligentes. La Inspección de Educación, que es la denunciante, solo ve una riña puntual entre compañeros de clase y castigó sin recreo al agresor.
El lesionado, de 11 años, lleva desde el 14 de marzo sin ir a clase, desde que sufrió una lesión por un presunto rodillazo de uno de los niños que lo acosaba. El caso saltó a la luz pública hace una semana, pero la Consellería de Educación no ha derivado al pequeño a otro colegio. Su hermano está de baja.
Según el padre, G.C., la Xunta le dio un ultimátum ayer para que devuelva hoy al niño al colegio. Ocurrió en una reunión que los progenitores mantuvieron ayer con el director territorial provincial de Educación, César Ares, otros cargos y una jurista. «La solución que nos dan es que lo devolvamos mañana [por hoy] al colegio Santa Cristina y, a cambio, retiran la denuncia de la Fiscalía y dan plaza en otro colegio en Teis para los dos hermanos. Si no lo llevamos, no nos arreglarán nada. Se equivocan si vienen con amenazas y presiones», dijo G.C. ayer. La consellería confirmó la reunión, pero un portavoz indicó que «non temos nada que dicir».
Los padres se niegan a devolver al menor al centro «aunque nos metan a todos en la cárcel». Planean ir el jueves a hablar con el fiscal de Vigo acompañados de sus hijos para que «nos explique» lo que pasa.
El padre descarta devolver al niño al aula porque «el centro me ha difamado en su web y ha enviado circulares a los otros padres. No puedo meter a niños allí con esa tensión mediática, sería irresponsable». Este criticó la distinta vara de medir de Educación, que hace unas semanas cambió a un menor expulsado. «Si rompes un cristal te cambian, pero si te rompen el pene, no», se quejó.
Un grupo político presentará una queja formal ante Feijoo por este caso. «Aquí se han saltado el protocolo legal de convivencia, le pasaron al fiscal el caso directamente», dijo el padre, que ve varias irregularidades
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