Manuel Rodríguez G.
En mi querida España, rellena cual pavo de Navidad, de ideas de libertad, de difusión y publicidad hacia derechos fundamentales como la Educación, la igualdad de todos ante la ley y demasiadas teorías no llevadas a la práctica, seguimos asistiendo a esa violencia simbólica y contenida, pero real y potencial que sufren muchos niños ante la inconsistencia de esta supuesta igualdad, cuando son segregados, marginados, excluidos, maltratados; y no pocos exiliados obligados a dejar en condiciones lamentables el Sistema educativo trasnochado, impuesto tras la inoperancia de éste, al tratar las dificultades y problemáticas de un amplio colectivo, ligados generalmente a la deshabilitación institucional (discapacidad) como si esas peculiaridades fuesen vulgares paraguas mojados que pudiesen ubicarse en un contenedor denominado EXCLUSIÓN, cuando estos alumnos desfavorecidos por el absolutismo pedagógico educativo-institucional intentan acceder a las aulas y se les trata como si esas diferencias inherentes a estos pupilos, repito, pudiesen ser aparcadas antes de entrar en el territorio educativo, cual “cacharro de poner y quitar”.
En mi querida España, se siguen manifestando muchas herramientas propias de típicos gobernadores civiles de los 50; de señoritos propietarios de cortijos y amplios latifundios; de caciques adoctrinados al uso de la postguerra más añeja. En mi querida España, aún se sigue consintiendo el chantaje anímico emocional de las instituciones ante quienes indefensos, en inferioridad de condiciones luchan para que sus vástagos accedan en igualdad de oportunidades a una Educación inclusiva, receptiva y amable a las condiciones individuales de cada alumno. En mi querida España aún se sigue denunciando falsamente a colectivos que lejos de evadir sus responsabilidades socio-educativas hacia sus hijos, se les persigue, coacciona, acosa y derriba por poner el empeño, dignidad, cariño y responsabilidad que cualquier cabeza de familia debería poner, en aras de un futuro digno para sus retoños.
En mi querida España aún existen esas desigualdades, que lejos de aglutinar, incluir y apoyar las diferencias, coarta con su actitud cínica y mísera la diversidad y relega al ostracismo a muchas familias que condicionadas por las posibilidades reales y efectivas que el Estado no proporciona, como garante y protector, los sume en un pozo sin fondo, donde muchos niños son y serán castigados al temido fracaso escolar; otros condenados a no poder proseguir sus aprendizajes, relegándoseles a estudios muy básicos y apenas esenciales; menos aún a disfrutar de estudios universitarios y, por tanto, penándolos a acceder a un mercado laboral digno, especializado y coherente con sus posibilidades individuales. El capital cultural, social, laboral y personal; por tanto, es muy lúgubre para este alumnado, gracias a la desidia e incoherencias de las tesis y las praxis, de esta, mi querida España.
En mi querida España se sigue abduciendo mediante publicidad engañosa que “todos tenemos los mismos derechos”, incumpliendo reiteradamente Normas y Acuerdos suscritos y establecidos jurídicamente, mientras nos imponen por decreto testicular que debemos asumir cual “cacharrería de feria” la realidad del olvido y marginación de niños desfavorecidos, cual miserable y cruel falacia institucional en todo su significado de la palabra… Y que no se nos ocurra defender y luchar por estos niños, pues vendrán los justicieros sacrosantos institucionales y el corporativismo exacerbado de los señores feudales: la mano dura de insensibles Servicios Sociales, en connivencia del MALEDUCADO Sistema Educativo y si cabe del MALESTAR y/o la DESIGUALDAD del hipotético Sistema de Bienestar Social/Igualdad.
En mi querida España, como en cualquier lugar, imponer ideas ficticias y falaces es propagar violencia: la que genera la impotencia de la exclusión y chantajes zafios.
Mi hija, a día de hoy sigue sin comprender su situación marginal de desamparo y dejadez institucional. Yo como Azucena Ortega, Pepi González, Mary Molina y muchas otras familias tampoco. A todos nos tacharon de absentismo escolar, de desprotección hacia nuestros hijos; entre otras cosas por “sobreprotección” y poner el celo debido hacia nuestros infantes e infringir la ley no escrita de no denunciar en modo alguno a las instituciones correspondientes.
Nuestro pecado esencial fue creernos con los mismos derechos que los demás, incluidos los de nuestros hijos. Nuestra condena, la supuesta pérdida de la guardia y custodia de nuestros vástagos por absurdo absentismo escolar. A la espera de tener fe en la vergüenza ajena que debería representar hechos tan kafkianos y lamentables como estos en la figura de muchos jueces, sólo me cabe decir, que cosas como estas pasan en mi querida España.
Va por tod@s vosotr@s Silvia, Daniel, Juanjo, Nerea, Sarai, Alejandra y tantos y tantos niñ@s que sufrís la vergüenza de la exclusión, marginación y maltrato consentido por parte del Sistema Educativo y relacionados.
(Repásese http://issuu.com/librorojo/docs/pactoeducativoparatodos.blogspot.com/1)
A ti Silvia que tanto te gusta esta cantautora, Cecilia, espero mostrarte pronto esta versión, original y sin censurar. La que conoces es la que hablaba de un paraíso casi idílico, como esta España nuestra, la actual pero ficticia, la que sigue siendo pura demagogia
Fuente vídeo:
http://www.youtube.com/watch?v=nOatrXGc0do
Mi querida España.
Esta España VIVA,
esta España MUERTA.
De tu SANTA SIESTA
ahora TE DESPIERTAN
versos DE POETAS.
.
¿Dónde ESTÁN tus OJOS?
¿Dónde ESTÁN tus MANOS?
¿Dónde TU CABEZA?
Mi querida España.
Esta España MÍA,
esta España NUESTRA.
Mi querida España.
Esta España NUEVA,
esta España VIEJA.
De las ALAS QUIETAS,
De las VENDAS NEGRAS
Sobre CARNE ABIERTA.
¿Quién pasó TU HAMBRE?
¿Quién BEBIÍ TU SANGRE
cuando estabas SECA?
Mi querida España.
Esta España MÍA,
esta España NUESTRA.
Mi querida España.
Esta España EN DUDAS,
esta España CIERTA.
Pueblo DE PALABRAS
y de PIEL AMARGA.
DULCE TU PROMESA.
quiero ser TU TIERRA,
quiero ser TU HIERBA
cuando yo ME MUERA.
Mi querida España.
Esta España MÍA,
esta España NUESTRA.
Mi querida España.
Esta España MÍA,
esta España NUESTRA.
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