Manuel Rodríguez G.
Leo, con gran decepción, la breve reseña que se hace en el siguiente artículo, respecto a la situación psicológica y emocional que deben soportar no pocos niños afectados por la enfermedad física del cáncer, tras volver a sus respectivas clases, y cómo esa maraña de nutridos cobardes, cínicos y miserables “hombrecitos de bien” reciben a sus obligados compañeros convalecientes y hospitalizados, cual psicoterapia invasiva, lesiva y minante; tanto o más que la enfermedad que les llevó a ser ingresados, al menos a nivel psicológico.
Me temo que esa actitud mísera y grupal hacia estos niños diezmados, son el resultado de esta sociedad insolidaria, vacía, competitiva y trágala que nos está engullendo, cual fagocitosis sin marcha atrás. Los ejemplos en casa, en la escuela, en sociedad, en el trabajo, en el modelo político y ético nos está atrayendo hacia una meta absurda, desvalorizada, vana, artificial y miserable, donde todo parece valer con tal de destacar, con tal de intentar ganar y llegar a, con tal de ser aceptado en el grupo. Al fin y al cabo el mensaje que queda es el de hay que ganar a costa de lo que sea y de quien sea, hay que competir sin mirar atrás, sin tener que evaluar moralmente los medios, aún a pesar de pisar a quien ose participar en esta absurda carrera del todo vale y tira “pálante”.
El resultado inmediato es la adrenalina que soltarán estos “muchachotes” cuando, cual espectadores activos y pasivos de un circo romano en pleno siglo XXI, abucheen, se burlen, increpen, hostiguen, humillen, desprecien, excluyan, marginen, atemoricen, hundan y empujen a estas víctimas
(por partida doble) a un cáncer silencioso y cobarde, denominado bullying. Un cáncer silencioso que hará las delicias de ese otro cáncer físico; resultado no atípico ni improbable, tras somatizaciones en la víctima los estragos de ese tumor psíquico, social y cobarde, pues quizás más de una víctima se entregue y rinda a la enfermedad física, gracias quizás a esa adrenalina soltada por esa joven jauría de alimañas “socializada y educada”, fiel reflejo del modelo en el hogar, en el escolar, social y con claros referentes de la ética y praxis de los líderes políticos que nos manejan.
Obviamente ese esperpéntico circo romano social, aunque muy repetido y consentido por autoridades, enseñantes y demás, JAMÁS, insisto, JAMÁS será visibilizado, JAMÁS será asumido, JAMÁS se habrá verificado, JAMÁS menos aún será confesado y asumido. En definitiva, cual ley mafiosa no escrita, se seguirá produciendo, complaciendo, consintiendo, ocultando … pero eso sí: ¡QUÉ NO SE NOTE, QUE NO SE VEA, QUE NO TRASCIENDA.
En definitiva: JAMÁS HABRÁ EXISTIDO.
Sólo me queda expresar la vergüenza ajena hacia este modelo social cobarde, competitivo, insolidario y ruin que nos hace involucionar y preguntarnos, ¿dónde quedó la grandeza del ser humano?
Fuente vídeo: A través de Facebook
En EE.UU. los niños con cáncer son víctimas de bullying
Los padres denuncian incluso que en algunos casos los compañeros han llegado a decirles a sus hijos que van a morir. Uno de cada tres niños con cáncer es víctima de este maltrato.
Uno de cada tres niños con cáncer es víctima del bullying, así lo revela una encuesta realizada por la Sociedad Norteamericana de Cáncer. Las burlas comienzan cuando los niños regresan a clase después de un tratamiento en el que perdieron el pelo o aumentaron de peso por cuenta de los esteroides.
Los padres denuncian incluso que en algunos casos los compañeros han llegado a decirles a sus hijos que van a morir. El 36 por ciento de los padres consideran que sus hijos no reciben el suficiente apoyo de los colegios al regresar a clases, para ser aceptados y para recuperar el tiempo perdido durante la enfermedad.
El 62 por ciento de los padres consultados preferirían que sus hijos reciban educación en la casa mientras superan la enfermedad y sus efectos. Coinciden en que las instituciones educativas tienen que trabajar más en la sensibilización de los profesores y estudiantes frente a la enfermedad.
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